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martes, 6 de noviembre de 2012

La Vida...

La vida es un laberinto, donde hay muchos caminos y todos ellos, llegan a la salida. Hay quien la encuentra antes, otros más tarde. Hay quien quiere llegar, quien no quiere hacerlo.  También hay quien ve que el camino se está acabando, si en el último giro, llega a un camino largo y recto, que da a la salida. Pero también, hay quien se la encuentra de sopetón. Pues Todos, estamos obligados a buscar la salida, queramos o no, sin detenernos, pues el tiempo tampoco lo hace. Y Todos, estamos destinados a llegar a ella. Y es este el modo de ver la vida, como un laberinto, pues es así. Pues mientras vivimos, vivimos perdidos, sin saber que nos encontraremos en el siguiente cruce. Y lo que debemos de hacer es de disfrutar del viaje. De quedarnos con lo máximo de cada momento. Para haber pasado un buen camino. Haber viajado felices y haber ayudado a ser felices a todos aquellos con los que caminamos en algún momento.



Este sábado, murió mi abuelo. Nunca se había muerto nadie cercano a mí, y fue muy doloroso. Pero como dije en twitter. Son los malos momentos los que nos hacen aprender a ser mejores y en este caso, la muerte de mi abuelo me ha ayudado mucho a madurar y a aprender muchas cosas sobre la vida. Entre ellas, lo que tenéis arriba. He pasado muchos momentos buenos con él, y eso es lo que me quedará para siempre. Era una gran persona, una de las mejores que la Tierra ha tenido jamás. Y le vamos a echar mucho en falta. Todos los que le conocimos. Fue una persona digna de recordar y siempre estará en nuestros corazones. Aprendimos mucho aunque no nos diesemos cuenta, junto a él. Y su muerte nos ha unido más. Es por todo esto, por lo que le voy a dedicar esta entrada, porque es una gran persona, un gran abuelo, y se merece mucho.

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